top of page
papel antiguo

No me pidas

En Latinoamérica, el fútbol —por ser el deporte más popular— ha sido utilizado para encubrir desaciertos políticos, tales como la falta de una estrategia de país a largo plazo. Este poema da voz al fútbol, para reclamar al gobernante de turno, en este entretiempo hasta un futuro mejor.

No me pidas

I.

No me pidas, con ademán liviano,

tú que ancho ocupas la silla del tirano,

ahogar con goles, con loco abrazo,

la voz que clama, trueno cercano.


II.

Aciaga burla, vulgar cascajo,

es a tu pueblo, aún soberano,

gozar el triunfo, si hoy en vano

los sueños miran su albor lejano.


III.

Pasión agito, ruido mundano;

al gris ignoto vuelvo un hermano,

cuando se enlazan en el estadio

cuerpos que sufren su corto andrajo.


IV.

El ruido pasa, baja la mano;

ya a los héroes guarda el vestuario.

El vientre gime su canto insano;

mágico harapo vuelve al armario.


V.

Y el circo añora a sus payasos;

el humo alegre se ha disipado.

Mudo el bufón, el cortesano:

no tienes planes, tampoco engaños.


VI.

Vale por nada que consternado

culpes al Hado por tus fracasos.

Ojos no siguen tu dedo airado,

ni anclarse han en el pasado.


VII.

Ya no más dios tu rostro humano;

el himno estulto se ha aquietado.

Los ojos ciegos han despertado;

tal eres ven: un ruin tirano.


Libro Apofis y el Dragón

bottom of page